Jarapalos, nada más
oir el nombre ya impone. Neófito en la causa, escucho palabras y me
suena a chino, y cuando comprendo el significado de las mismas, el
contenido de la causa, lo asimilo de forma diferente y mi vocabulario
trail se engrandece y esta palabra se une al gran universo trail. Así
sea.

Casi con un año de
experiencia de trail, y ya he hecho unos cuantos, cada vez te esperas
más y aunque cada uno es diferente, los matices, la altitud, el
recorrido, el paisaje, las rocas, la arena, que si frío, que si
calor, todo son matices para descubrir en cada trail.
Así que nada más
se abrió la inscripción y aprovechando mi tarjeta de federado, me
apunté pero sin pensarlo, eso sí a la open, la pequeña que no la
mini, 17,5 km y unos 850 metros, lo habitual. ¿Cómo sería? ¿Dura
como el chamizito?,¿blanda como la Vertic Night Montes de Málaga?

Salimos sobre las
7:00 destino Alhaurín de la Torre, ya un compañero se había
quedado dormido, así que nos adelantamos. Llegamos con el tiempo
suficiente para desplazarnos cómodamente andando los 800 metros
hacia la línea de salida, buen ambiente, ya habían salido, media
hora antes los de la maratón, y los siguientes la mini, la open y la
ultra, saldríamos a las 8:30. El gran Alberto Hernando, compartiría
nuestra carrera, el ambiente se iba caldeando y pistoletazo de
salida. Primeros kilómetros, tal vez dos, urbanos, pero en constante
subida, nos tocaría subir y subir. La tierra y roca conjunto a la
estrechez del camino, me hacia pensar que ahora venía lo bueno.
Primera gran subida completada y empezaba la bajada, iba bastante
rápido, y no me daba cuenta que la arena fina me jugaría una mala
pasada, mi caída donde me dañe un poco la mano (dos semanas con
molestias) y la rodilla izquierda (un pequeño arañazo).
Esto ya te deja un
poquitín tocado mentalmente, como que ya hay algo que te dice que no
va a salir bien, empiezas a bajar el ritmo y el miedo hace de las
suyas. Poco a poco me fuí recuperando, siempre en constancia y
trotando intentando mantener el ritmo, conseguí casi en el kilómetro
11, para y descansar unos segundo en el punto de avituallamiento, un
par de sorbos de isotónica y no recuerdo si algo más, lo que bien
recuerdo es como venía la gente, a hierro, algunos ni se paraban,
aquí comenzaba una bajada casi continua después de una pequeña
subida, bajada que mi hizo retrasarme mucho, por varios motivos, uno
porque acaba de ver a un accidentado con el rostro que le caía un
hilo de sangre bastante abundante, éste iba de vuelta al anterior
puesto, después las rocas no me hacía mucha gracia, cualquier
traspiés podría pagarlo caro, así bajando poco a poco, dónde
lamentablemente y a pesar de lo bien que iba, me adelantaron unos 10
o 15 corredores, mas valientes que yo, así que aproveché para dar
paso, quitarme las piedras del calzado y descansar solo 5 segundos,
respirar y seguir en la brecha.
Ya en complejo
deportivo, me encontré a mi compañero, nos relajamos un rato en el
cesped a la espera del tercer compañero. Un estupendo plato de
migas aderezado con una fresca cervecita, pondría el punto final a
esta estupenda experiencia.
Muy buena
organización en definitiva, aunque algunas zonas feas, gran parte
del paisaje es estupendo. Ideal distancia para iniciados, para
disfrutar del camino y de la experiencia. Así que si tienes pensado
iniciarte o todavía no has estado, no te la puedes perder.
Por mi parte y con
tando elenco y diversidad de carreras, no creo que la repita, al
menos en esta modalidad, tal vez sí en la maratón de montaña, un
reto más exigente, dónde no tengo ni idea de lo que puedo tardar o
de si la puedo terminar. Ese miedo en el cuerpo es lo que hecho de
menos, pero acompañado de muy buenas sensaciones, tal vez en el
2017, no lo sé, no lo tengo muy claro el segundo semestre del 2017,
así que ni Sí ni No, hasta que lo tenga claro.
¿Vale la pena ir?
Pues claro, y más si eres de Málaga, no te la puedes perder.
¿repetir? Cómo ya os digo, soy todavía un novato y tengo que
probar nuevas experiencias.
Mucho monte
compañeros.
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