
Hacía unos 30 años que no volvía a Mijas. Ya de
pequeño en un par de veces las visité en la excursión de turno,
aquella que después nos llevaba de vuelta a terminar el día en el
Tivoli. Entonces la veía cuidada y ahora 30 años después la veo
mejorada, más limpia, más cuidada. Es un lugar grato para pasear.
Pero centrándome
en la carrera... Tengo la adicción de apuntarme a casi todas las
carreras que tengo a tiro, me da igual si va fulanito o menganito,
animo siempre a todo el mundo a participar, me da igual el perfil, si
tiene cuestas mejor, pero tengo algunas manías: no quiero pagar mas
de un euro el kilómetro, creo que si algunos organizadores son
capaces de hacerlo por menos, no entiendo porque otros no, no suelo
ir a carreras cortitas, si es tipo 1,6 k o menos tampoco. No me
gustan las carreras en verano, no puedo con la calor, me fatiga mucho
y no consigo disfrutar. Pero con algunas excepciones a la regla me
apunté a la Carrera de Mijas. Para probar sensaciones. Y sobre todo porque prometía algunas cuestecillas.

Y como siempre,
cuando me entero de una carrera , no suelo pensarlo mucho, me apuntó
y listo, o no. Así que por este precio tampoco podía de dejar de apuntar
a mis peques, que con aunque no es su primera carrera, ya tocaba.
En el club, intenté
y volví a intentar animar al personal para que se apuntará, me daba
buen rollo y sabía que me lo iba a pasar bien, así que quería
compartirlo con los compañeros. Sin éxito, porque no conseguí que
se apuntara nadie. Espero que el próximo año sí.
Llegó el 27 de
agosto, y tocaba desplazarse a recoger el dorsal a Mijas costa,
El
Corte Inglés, que tampoco nunca había visitado. Ya quedaban pocos
dorsales por retirar, y las camisetas infantiles se habían agotado.
Por un euro, tampoco vamos a pedir más. Así que me agencié de tres
talla S, que espero algún día puedan utilizarla, dentro de poco, al
ritmo que van creciendo. El viaje en coche se me hace un poco pesado,
unos cincuenta minutos ida y otros tanto vuelta, entiendo que para
los que están acostumbrado es poca cosa, pero para mí que odio
conducir es un suplicio.
28 de agosto, suena
el despertador y llamada a tropa. Desayuno y coche.
Foto de rigor en el
burro estatua. Qué pronto pasa el tiempo siempre en estos casos. Y una vuelta por la plaza a la espera de la primera
salida de prebenjamin que con veinte minutos de retraso daría su
salida, corriendo mi primer peque. Posteriormente en alevín,
correría el segund
o. Casi las 11:20 daría la salida mi carrera.
A pesar de la gran
cantidad de participantes, más de 700 entre todas las categorías,
estaba todo bastante controlado. Tal vez la entrega de premios,
debería ir más rápido. Así como los sorteos. Pero por lo demás
para repetir.
El año que viene
nos volvemos a ver, y con suerte bajar de los 4:30
Nos vemos en el
Archidona Trail el próximo 11 de septiembre.
Y el 25 en Málaga, a batir marca en 10k que ya toca.
Feliz carrera.
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