Aunque tengo muchas cosas que contar, menos ganas de hacerlo tengo.
Este año ha sido
el año de novato en las carreras. Mezcla de emociones y miedos, y
como siempre es bueno recordar qué paso el año anterior os comento.
2014 Casi tres meses rodanto y entonces prefirí elegir senderismo, y
creo que hice bien. Este 2015 no me lo podía perder.
El mes de
octubre había sido intenso y con la espina de no participar en la
10K Málaga me enfrentaba a esta con el objetivo de hacerla en el
menor tiempo posible, venía de mejorar en más de 10 minutos mi
marca en media maratón y el mes previo de entreno en series me
estaba dando muy buenos resultados.
6K. Un distancia
que hoy en día no me da miedo. Una distancia donde puede darlo todo
y un poco más si el ambiente lo permite.
Saludando a conocidos y algunos menos
conocidos en la carrera fui llegando al ecuador de la misma. Aquí me
puse a la altura de un niño creo de unos 13 o 14 años que iba como
un campeón y me sirvió de liebre, hasta que a falta de un kilómetro
cogí las fuerzas necesarias para despedirme de él, no sin antes
darles las gracias saliendo escopetado en la recta final de los
últimos casi mil metros.
Avituallamiento
final con cerveza, bocadillo, fruta, refresco, etc. Genial, una
carrera para repetir. Bajé mi marca en 5k. El garmin me dió la
enhorabuena. Aunque estaba puesta como recorrido de 6k, éste marcó 5,8 km. No obstante esos doscientos metros también se dieron de
margen en otros compañeros de garmin.
Me voy muy contento
con el resultado, mejor de lo esperado. En la posición 204 de 680
participantes. Rodando a un ritmo de 4:58 min./ km y el 31 en mi
categoría. ¿Qué más puedo pedir? Para el año que viene más y
mejor.
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