
Es entretenida no
llegando
a aburrir, ya un logro entre tanta basura. Tiene su toque de crítica hacia las grandes empresas, el dinero, la conciencia , el racismo, la doble moral, y alguna cosilla más.... Y juega con los sentimientos de los protagonistas, su familia, su relaciones. A esto se le añade un cucharón grande de sexo explicito y un toque de humor: Y tenemos House of Lies.

Un poco de trama,
por si no os suena, asesores del mundo empresarial que al igual
delfines acuden a la llamada de la gran empresa o multinacional de
turno, pero que realmente se encuentra debajo de esa piel de delfin,
unos terribles tiburones al acecho de facturar y facturar. Todo sea
por la pasta, sin escrúpulos.
Así que nos
olvidamos de estúpidos adolescentes que juegan a no se qué y nos
centramos en el mundo de los adultos.
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