Los macacos y los humanos. El secreto del éxito.

Son las 00:10, una hora mágica, porque si tienes la suerte de que te rodee el silencio ya puedes dar gracias al destino o al dios de turno.

El silencio a veces es molesto y necesitamos llenar el vacío que nos deja. Pero en este instante, hace cinco minutos sí, pero ahora el silencio lo rompe el ventilador del PC, que ya subidas la temperaturas hace de la suyas a base de refrigerar los componentes de dicha máquina. También estoy escuchando a través de Itunes, uno de los programas del Sr. Punsent. “REDES”, están hablando sobre los macacos, y no puedo evitar reirme de mi último comentario en Facebook sobre no se que político de turno que está muy contento y satisfecho de “servir” a la ciudadanía, si digo yo que “algo” tiene que tener ésto de ser político cuando a todo el mundo le gusta. Y no creo que sea el altruismo.

El silencio, incluso cuando no hay ruido alrededor es molesto, y por eso los pensamientos bombardean el cerebro, y las ideas brotan, que pena no tener un boli o pc a mano para escribir un poco. Porque la escritura, tan importante como la lectura, es una catarsis del ser humano, y nos hace libres. Lástima de aquellos de que cuando leen les duele la cabeza, salvo que estén leyendo ésto, ya que entonces los comprendo.

Para los que no han tenido la suerte de ver la serie “THE WIRE”, os contaré una secuencia de unos de los episodios.

El alcalde recién elegido ve que todo la máquina humana que componen los trabajadores del ayuntamiento sigue si moverse, apalancados. Decide por tanto empezar a dar caña, y va departamento por departamento quejándose por ejemplo, de un coche que hay que recogerlo en tal calle (sin decir cual), de un parque infantil que ha visto que esta deteriorado (sin decir cual), de una fuga de agua, etc., así sucesivamente en varios departamentos. Los funcionarios se ponen las pilas y empiezan a buscar que fallo han tenido, por ejemplo en parque y jardines, repasando todos los parques. El alcade ve que la única forma de que los servicios de mantenimientos se pongan las pilas es una queja general y no una puntual.

No se, explicado así suena poco convincente, pero visto en la serie deja claro la apatía de muchos trabajadores. Y no por criticar a los trabajadores sino al sistema que castiga al que sobresale, si la intención es buena, y premia al pícaro, al ladrón y al sinvergüenza.

El otro día me preguntaba un compañero una cuestión de cobros salarios y yo le respondía. Volviendome a preguntar lo mismo, yo respondía igual. Cómo coño me preguntas por tu cobro, si todavía no ha terminado el mes y todavía hay gente por cobrar en esta empresa.
Esto hay gente que no lo entiende. El que no llora no mama, me decía él. Ya pero es que yo estoy harto de MAMONES.

Macacos y humanos el secreto del éxito. Redes. Nº 46.