Hola
a todos.
Una
semana después de la media de Vélez, me enfrentaría de nuevo a un
trail. Por suerte, mejor dicho por elección, escogería la versión
mini de la prueba, la de 18k, la de iniciados. Estuve a punto, hace
meses de irme a la 32k, era el siguiente peldaño en busca del
siguiente en la escalera de subida hacia distancias mayores, hacia
carreras mayores. Y....¿por qué? No lo sé, donde esté el límite,
hacia allí navego, no tengo prisas, no sólo se disfruta al llegar,
también el camino hacia la meta es una experiencia en sí.
Fin
de semana lluvioso y todavía cansado de la semana anterior, el
esfuerzo en la media de Vélez había sido alto, y todos los excesos
se pagan. 6:15 de la madrugada, hasta las 1:15 no había comenzado a
dormir, ya empezaba mal, con falta de sueño, son los pequeños grandes errores que cometemos algunos, por optimismo o por falta de
experiencia, todo se compensa con la motivación.
Así partíamos
varios compañeros a las 7:25 camino de Alhaurín El Grande. 8:35 ya
aparcado el vehículo nos fuimos a reconocer el terreno, es en esos
momentos, en esos minutos previos donde no solo formas parte del
contenido, sino que estudias a tus adversarios, respiras el ambiente.
Tú también vas a correr, también formarás parte de la historia de
Trail Cara Los Tajos, aunque sea en su versión mini. Una carrera que
con sus 18,5 kilómetros y sus más de 1200 de desnivel, engañan al
novato y fuerza al veterano.
9:15 ya vestidos y uniformados,
calentamiento previo, leve, algo es algo. El arco de salida me
saluda, parece que pocos se atreven a acercarse, me acerco y casi en
segunda línea de salida, espero el turno, espero el disparo que nos
ponga a todos en marcha hacia las montañas que aun lado nos
desafían y nos observan, silenciosas.
El
terreno todavía resbaladizo por la lluvia, pisar con cuidado es
esencial, son muchos los relatos de corredores confiados que por el
terreno o por golpearse con otro corredor han tirado una carrera por
alto e incluso una temporada, no quiero que sea mi caso. Las cuestas
empiezan a mostrarse, ávidos corredores se disparan y se abalanzan,
no tengo prisa, no se a lo que me enfrento y no quiero malas
experiencias.
Pulsaciones altas, no es buena señal, tengo que relajarme,
pero con este flujo continuo de corredores es imposible relajarse.
Los senderos son estrechos y las rocas traicioneras, por suerte la
temperatura es idónea, no hace calor ni frío. Los kilómetros
van pasando. Objetivo, hacerla en menos de tres horas. Y en tres
horas, se que muchas cosas van a pasar, muchos pensamientos pasarán
por mi mente. Diferentes estados de ánimo, momentos alegres,
momentos de desánimo. La música de mi reproductor de mp3 va
soltando canciones, algunas ayudan, otras mantienen y de vez en cuando
es necesario una pausa, al igual que en los avituallamientos, la
pausa de la carrera, donde beberé y comeré lo necesario.
Atento,
con todos los sentidos, el que va delante, el que va detrás, el que
te quiere adelantar, el camino, la piedra, el barro, senderos
estrechos, resbalas, te caes, te levantas y te vuelves a caer. El
esfuerzo de querer mantener el ritmo o la impotencia por no poder
adelantar, la bajada que no controlas donde tus piernas van solas, o
el dolor acumulado después de una eterna bajada o una extenuante
subida, con los pensamientos de ¿qué hago yo aquí? Tu energía
tiene límite y tienes que saber como distribuirla, cuándo comer,
cuándo beber. Y bajas hacia los kilómetros finales, quieres
terminar ya, volver a casa. Ultimo avituallamiento, dos kilómetros,
no quiero parar, no voy a parar, no quiero perder un puesto más.
Sigo bajando, y dolorido, llego al asfalto. Ves la meta y se te
dispara el corazón, el arco de llegada a la vista y la alfombra
tricolor te da la bienvenida, un puesto más, tal vez dos o quizás
no perder tu actual puesto. Y cuando cruzas, el subidón es tan
grande que quieres más y ya estás pensado que podrías haber
apretado mas, que tal vez la distancia larga hace mas honor a mis
objetivos y aunque llegando de los últimos podría haberlo
disfrutado y sufrido más...
Tal
vez el año que viene, otra humilde crónica otro breve relato haga
un recuerdo, una imagen o un intento fallido o una alegría inmensa
al volver a cruzar el arco de meta. Mientras tanto sigo soñando.
Nos
volveremos a ver Trail Cara Los Tajos.
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