Hola a todos,
El año había
comenzado muy mal. Todavía tengo clavada la espina de La Capitana,
algún año me vengaré y la derrotaré. No quiero más carreras con
esas sensaciones tan negativas. Así que tenía dar la vuelta y
buscar una salida a mi baja forma y molestias continuas en piernas y
rodillas.
A través del grupo de entreno de Agustín Molina, encontré
la posible solución, volver a los planes de entreno, realizar
estiramientos, realizar series, ejercicios, etc.. Una carga
programada y enfocada a mejorar velocidad y forma física. Un
objetivo a tres meses y tres carreras previas con el problema de la
forma física solventado, Calamorro (Trail 28k +1850) en febrero,
Alora (Media Maratón con casi 300 de desnivel) en marzo y la
Pinsapo en Abril (+29 k con 1750 mts de desnivel). Todas las pruebas
superadas con buenas sensaciones. Ahora tocaba la velocidad, mejorar
marca, recoger lo sembrado en estos casi tres meses.
Tenía un objetivo,
díficil pero no imposible, rodar una media a 5 pelao. Mi mejor marca
fue en octubre de 2016 en Cartama con una marca de 1:51:45, y en
Vélez, mi pueblo quería dejarla en 1:46. Por varios motivos.
Primero por bajar mi marca, segundo por dar una bajada espectacular a
mi primera participación de hace dos años, edición 2015, tercero
porque el año pasado la hice tras un episodio de gastrointeritis,
donde no pude darlo todo. Principalmente por bajar esos treinta
minutos de la edicion 2015 2:16 --> 1:46.
A primeros de marzo
disputé la media de Alora, y sólo la rebaje en un minuto, aun así
me encontraba con muy buenas pulsaciones y sensaciones. En 2016 mi
marca en la media de Vélez fue de 1:54, así que el objetivo no iba
a ser nada fácil.
Dos semanas antes
había realizado un entrenamiento de test y rodé 17k por parte del
recorrido de la media a 5:03 y con buenas sensaciones y pulsaciones,
me veía capaz y tenía que intentarlo o "hincar el pico".
8:30 de la mañana,
aparcando junto al mercado mayorista me dirigía al estadio Vivar
Téllez, donde decenas de compañeros iban llegando. Siempre es una
alegría sentirse parte y formar parte de algo. Las fotos de rigor,
los comentarios y bromas y a calentar. Primer error, después del
calentamiento ya sólo quedaban los puestos de atrás en la salida,
aquí perdería unos 30 segundos, vitales en ganar puestos.
Pistoletazo de
salida casi sin enterarme y a tope, de pronto me encontré casi
llegando al primer kilómetro a casi 179 pulsaciones, no podía ser,
había entrenado este asunto y desde mi experiencia en la capitana no
había vuelto a tener las pulsaciones tan altas. Seguí el ritmo
cercano a los 5:00, no quería perder el ritmo e intenté relajarme,
así hasta llegar a lo que sería la bajada hacia Torre del Mar, aquí
seguí apretando con rimos de 4:30, sabía que tenía que aprovechar
la bajada porque la vuelta sería complicada y esos minutos que
ganaran supondrían cumplir el objetivo.
En ese trayecto hacia los
10k, conseguí adelantar a decenas de compañeros, los 10 k se
marcarían en unos 48 minutos, el ritmo promedio bajaba de los 5,
quería seguir en esa línea pero a la vuelta de Caleta de Vélez,
tuve un pequeño bajón, no recuerdo el kilómetro, me adelantaron
varios corredores, entre ellos la única corredora de mi club que
haría mejor marca. Seguí la estela casi en solitario de un corredor
hasta el Paseo Larios, así hasta enfocar la parte clave de la
carrera de hoy, la subida de la cuesta del Visillo hacia Vélez,
varios corredores me adelantaron, me flaquearon las fuerzas y llegué
a marcar en el garmin 5:16, me molestó porque mi intención era
seguir en los 5:00 tal como hice el entreno, me sentía cada vez más
cansado.
Llegada a Vélez y mis niños estaban esperando casi
enfrente del Zapatazo, todavía no había recuperado de la subida,
pero a pocos metros estaba la salvación.
La plaza de San Roque,
antigua curva de correos, aquí tenía que apretar todo lo que
pudiera si quería cumplir el objetivo, así y tanto que puse mi
último kilómetro en 4:21. Entrada a puto tope en meta y objetivo
conseguido 1:45:45 en la oficial y 1:45:15 en el garmin.
Espectacular.
Cervecita y bocadillo de filete, tres o cuatro vasitos de baticate y
aguita fresca, el estupendo postcarrera rodeado de amigos y
compañeros, esa son muchas de las ventajas de correr en tu tierra.
Este año con la
cuarta edición ha bajado la participación, baja cada año. Los
corredores estamos muy saturados de carreras, hay carrera casi todos
los fines de semana, trails y preparación de próximas carreras.
Estuve a punto de no inscribirme, no la tenía en el plan. Había
apostado por Trail Cara Los Tajos en su versión de 32k. Al final
decidí elegir la versión 18k para la semana siguiente de la media
de Vélez y así poder participar en las dos, fue la solución más
justa.
Una de las críticas
hacia esta media es su camiseta. Es pésima, de lo peor que recibo
todos los años. Es incómoda hasta de llevar. Los corredores estamos
ya hartos de camisetas, si es por coste, darla como opcional y si es
por regalo poner calcetines u otra cosa. Hay ejemplos varios de
carreras con incluso dorsales low cost, sin regalos, o con
opcionales.
Por otro lado es un derroche en cerveza y comida, poned
los tickets, eso es un cachondeo con la comida y bebida. O bajan los
precios o bajará cada vez más la participación. Por lo pronto el
2018 no creo que repita después de tres años, no voy a realizar dos
carreras seguidas nunca más y si hay que preparar una fuerte, que
sea una solo al mes.
Por lo demás he
vivido en la jornada de hoy, unos momentos geniales e irrepetibles.
Casi con lágrimas en los ojos por conseguir mi pequeño sueño.
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