A nadar que son dos días. 57 Travesía a nado. Puerto de Málaga 07/08/2016


Hola a todos.

Hace 10 años aproximadamente adquirí un bono de la piscina municipal. Nunca llegué a utilizarlo. Tenía intención de nadar. Todos sabemos la importancia y lo completo que es este deporte. Pero ahí quedó la cosa, nunca lo utilicé. 
Aprendí con unos 12 años en la piscina municipal haciendo varios cursos. Desde ahí, los típicos chapuzones de verano y nada más. Incluso desde varios años atrás, ni eso.

En mayo tuve unas molestias en la espalda, un poco de lumbalgia. En visita al fisio me indicó que estaba desarrollando más la parte inferior que la superior y esto me dio que pensar. Tenía que hacer algo.

Aprovechando la oferta de la concejalía de deporte del Ayuntamiento de Vélez-Málaga. Tarifa plana en piscina por solo 12,5 euros al año dentro de sólo las horas ofertadas. De 22 a 22:40, mi horario de entreno.

En junio me lancé a la piscina, me gustó, y a la semana siguiente con solo dos días de entrenos ya estaba haciendo el kilómetro de natación. Me vi un par de videos por youtube, para coger un poco de técnica.

Ya me picaba las ganas de lanzarme a un aquatlon o a una travesía de nado. Mi experiencia en mar es nula. Pero ya me había fijado en una travesía popular muy interesante, por solo dos euros participaría el día 7 de agosto en la travesía del puerto de Málaga. Valor añadido, el lanzarte a nada en el puerto de Málaga, visto desde el muelle Uno, desde donde tantas veces he pasado y dónde nunca me había imaginado participar en esta actividad.

Mis entrenos son de 30 minutos de natación de entre 650 metros a 1150 mts. Más unos 10 minutos de ejercicios varios en piscina pequeña.


La idea era coger experiencia en este tipo de competiciones, y ya a sabiendas de que llegaría entre los últimos.

Ya la semana previa empezaban los típicos nervios de una prueba desconocida. 
Partida para Málaga y llegada con aparcamiento en el Muelle Uno. 9:25 y en cola para recogida del gorro, que puntualmente a las 9:29 y casi con escasa cola recogía gorro y me pintaban el número en ambos brazos. Dorsal 435. Todavía faltaba casi 1h y media para la salida. 
La espera se haría larga, pero no quería presión de llegar con el tiempo justo y a los pocos minutos empezaban a llegar los nadadores. 

Jose, otro compañero de Axarlon, se había animado y compartiríamos minutos de espera, el compañero Jesús, finalmente o no vino o no coincidimos, tres compañeros de Axarlon estabamos inscritos en la prueba. Fuimos pasando a la cola y con la foto de rigor en el photocall, buen detalle, llegamos  a la zona de duchas. 
Los dos primeros grupos, gorros blancos y gorros azules, partieron. 

A los pocos minutos salimos lso gorros naranja, los más numerosos. En la zona de espera tuve la particularidad de saludar al Alcalde de Málaga y casi juntos compartimos salida. Emocionado y con los consejos de un nadador, me posicioné de los últimos, no quería recibir muchos golpes y tampoco tenía una estrategia definida. De hecho no tenía ni idea ni de dónde seguir. Tanto que un par de veces me guiaron hacia el camino correcto. Tendía a irme hacia un lado. No tenía nada claro por dónde ir.

Primera boya y combinando mucho la braza, incluso más que el croll. 
Quería reservarme, mi cero experiencia y el miedo, me hizo reservarme más de la cuenta, tanto que cuando ví la meta apreté llegando sobrado de más. Casi 28 minutos, mi marca en piscina era de 27 minutos. Seguro que podría haber rebañado algo más. Pero eso no era importante, lo importante era participar y disfrutar al máximo. Muy buenas sensaciones tanto físicas como mentales.

Objetivo conseguido. Con una humilde posición de 398 de 436 participantes. Me voy muy satisfecho y creo que es una prueba que pienso volver a repetir todos los años que pueda. Por sólo dos euros me llevo un gorro de natación, un gorro de publicidad y una camiseta, tampoco faltó el isotónico y la botellita de agua. 

Un diez por el Ayuntamiento de Málaga por la organización popular de este evento.

Vuelta a casa con un buen sabor de boca, con esa sensación de que tendría que haberle dado más caña, pero con la sensación de haber cumplido un reto y poder contarlo.




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