Abril 2015
Esto del blog se
está viniendo abajo con tanto running, por decir algo, más bien
porque no me apetece nada de nada ponerme a teclear. De siempre lo he
hecho por puro egoísmo, por dejar algún registro de algún
pensamiento, de alguna actividad, de algún libro o serie, cachibache
o cualquier chorrada varia. Así desde varios años, con altibajos
pero si pretensiones. Y en esa etapa estoy, escribiendo casi por
obligación.
Pero seguramente si
habéis entrado aquí sería por el título este de Rebelión en la
granja, que millones de personas conocen y otras tantas han leído. Y
durante el mes de abril a modo de cuento para los peques he ido
leyéndoles.
Lo primero y para
que nadie se confunda, no es un libro infantil, aunque puede ser
utilizada perfectamente para ello, es una novela política. Mas bien
una lección de política. Escrita en 1945 sigue vigente, la
corrupción del poder.
Animal Farm o
granja animal, hubiera sido un título más acorde al original. Su
símil y crítica hacia la época de Unión Soviética, se podría
extender no sólo a cualquier gobierno totalitario, porque el que más
o el que menos desea ese poder, el de controlar y manipular, algunos
se sirven de religión, otros de economía y otros de filosofía
política.
Es una novela corta
que seguramente ya te leíste y sino ya te la está leyendo.
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