Este domingo 30,
nuestro tercer día de ruta, nos tocó quedarnos solos. Así tras las
varias renuncias de última hora, no nos ibamos a quedar atrás. Verguenza fuera, que yo para esto soy muy tímido y con folleto en mano, nos dirigimos sobre las
14:45 a la zona de Rubeltor, dónde nos esperaban tres bares participantes. Así habíamos planificado el día, vistas las circunstancias.
Ya aparcados, que bien lo de aparcar justo al lado,
respiramos el ambiente de tranquilidad que rodea a la zona, y ya que
dejamos el coche casi cerca del El Refugio, empezamos allí. Diré
que el ambiente era muy tranquilo, unas 6 personas, algunas de seguro
que de la ruta, enseguida nos atendieron y tras sentarnos y esperar
un poquito, Carmen nos trajo las tapas de la ruta. La tapa excelente,
la mezcla de sabores me dejó una gran sabor de boca, con ganas de
repetir, pero esto lo dejaríamos para otro día, porque este domingo
no podríamos entreternernos, claro como ibamos solos, pues al grano.
Carmen nos dió un poco de conversación entre el va y viene de los
otros clientes que iban entrando. Nos dió conversación agradable y
pequeño ratito de charla, esto se agradece, acostumbrados muchas
veces a la apatía de muchos establecimientos o incluso al agovio del
bullicio. Como hablamos con estas jornadas rompemos el hielo con el bar que sabemos que está ahí pero que nunca nos atrevemos ni a probar. Sin duda volveremos.
Ya con la primera
cervecita en el cuerpo, nos fuimos hacia los Rombos, que sí que
estaba a tope. Más de diez personas trabajando en este
establecimiento, sin parar de servir, que si una tapa de ésto, que
si un arroz, que si una papa asada, es que no paraban. Mucha comida casera con muy buena pinta.
Menos mal que la barra estaba casi
vacía, y nos colocamos allí a la espera de que nos atendieran. Una
vez llegadas las tapas de la ruta, potaje marinero, dimos buena
cuenta de ello, una cazuelita de habas interesante, tal vez muy
suave, pero que no estaba nada mal. Me resultó curioso ver como en
el suelo de la barra se alojaban algunas servilletas arrugadas comos
lo bares que antiguamente recordaba, gente que tiraba las servilletas
al suelo, una sensación bastante fea y que hoy en día no se lleva. Por cierto, la foto me la bajé de internet. Es lo mismo pero lleno de gente.
Nos quedaba sólo
una, la cual tenía muy buena pinta. Paseito de vuelta, justo
enfrente del Refugio teníamos esperándonos, ya rondando las 15:30,
Bohem. Un lugar muy limpio y bien decorado, más en plan cafetería, pero también con estilo de comida muy diferente a la casera, tostas y otros platos muy elaborados.
Siempre se agradece que nos traten con
una sonrisa, y a pesar de la hora y de que estaba casi vacío, sólo
una pareja más, que por cierto se estaban poniendo a base de bien,
nos atendieron rápidamente y con una breve charla sobre cómo les
iba la cosa con el tema de la ruta, etc... Nos trajo la estupenda
tapa. Al cual solo le puedo poner una pequeña crítica. El
acompañamiento de patatas de bolsa, no le pegaba para nada. Por lo
demás genial. Ya puestos por la proximidad de las 16:00 y viendo que
el peque estaba tranquilete, nos pedimos una cafelito para rematar la ruta de hoy.
Una buena jornada
soleada que nos acompañó en este día, en la que echamos de
menos a nuestros anteriores acompañantes. Con el día de hoy ya
cumplimos 11 sellos, así no nos olvidaremos del sorteo. A ver si
tenemos suerte.
Y si el tiempo acompaña el próximo día 6 de abril,
cerramos la ruta con nuestro cuarto día, todavía queda alguno con
ganas de visitar. Nos vemos en los bares....
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