Del 10 al 17 de
abril 2014
En el tercero de la
saga, y por ahora mi preferido de los tres leídos, no introducimos
en los tercios en Flandes. Cuando lees a Reverte, sientes a la vez
esa mezcla de estar horgulloso de ser español y al vez ese
sentimiento de que atrasados hemos sido. Un pueblo orgulloso lleno de
recursos humanos pero como siempre, mal dirigidos. Ejemplos
históricos nos sobran.
Dentro de su linea
de lectura fácil y amena, y esta vez, con toque bélico que me ha
encantado. Los combates bien relatados, nos acercan más al español
arrastrado por la miseria,
a morir y luchar en el extranjero por la gloria de no se qué y por defender su vida y el honor de su patria, com un buen perro que apaleado por su amo sigue hasta el final. Esto último no suena muy bien, pero tal vez la ignorancia y estupidez que nos ha rodeado siempre, el anclaje de la religión y la nobleza heredada de tiempos pasados, de esa edad media, dónde nuestro heroe era el Cid y no el reyezuelo de turno.
Ese retrato del
hombre expoliado, que sigue luchando hasta el final. Y sigue Reverte
sin irse por los cerros de Ubeda, llanamente hablándonos de esa
época, importante, porque sabiendo de donde venimos, sabremos hacia
dónde vamos.
Una novela, que
perfectamente, podría leertela a parte de la saga, y que deberías.
Como siempre digo seguro que no te arrepientes. Lo bueno si breve...
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