Después de casi un
mes perdido con El tiempo entre posturas, perdón entre costuras, por
cierto muy buena idea, para una novela erótico festiva, que tanto se
llevan en estos tiempos de sombras y greys.... Empecé con mi
segundo libro del genial y famoso autor de Odisea 2001, que por
cierto todavía no leí.
Un libro cortito,
lo cual nunca me canso de decir, se agradece, salvo en raros casos
donde se disfruta del tochaco enganchados y con un no querer parar
como si de otra cosa también festiva se tratara.
Vamos a lo que
vamos. Las novelas de ciencia ficción, que grandes maravillas de
reflexión y moral nos ocultan este tipo de novelas, en este caso
como os digo el autor, es un experto en la materia y un libro escrito
ya en 1986, parece como si estuviera escrito ayer, una reflexión
seria y adulta sobre una sociedad futura, el camino a las estrellas.
Otras de la ventajas de esta lectura, es la sensación de relax, que al contrario de otro tipo de novelas, que parece que te quieren hacer sufrir, en ella como protagonista secundario, que pasa por ahí, el mar, tan lleno de simbolismo en sueños y en el crecimiento de las personas, el agua.
El argumento es lo
de menos, no por la importancia sino porque no os lo voy a contar,
me gusta muchas veces tirarme a la piscina del género y ver si sale
algún tiburón o como en la novela algún escorpio o misterio de los
mares. Cánticos de la lejana tierra, por cierto qué titulo de puta
madre, que además utilizo Mike Olfield para sacarle partido a un trabajo musicial, nos deja pensando en qué pasaría si.... Y cuando termina
igual, ¿cual será el destino de los protagonistas o incluso el de
la humanidad en las estrellas?. Hay una pequeña pista en la
cronología final, sobre el reencuentro, pero bueno esto, si no lo
habéis leido tampoco os interesa. Lo que realmente os tiene que
interesar, es que tenéis que leerla y seguro que no os vais a
arrepentir, tanto si os gusta el género como si no.
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