La verdad, es que no me esperaba que
esta serie tuviera el listón tan alto, me la esperaba más como una
serie de adolescentes muy atrevidos con algún toque melodramático
muy del estilo británico.
Lo primero y para hacer una declaración
de intenciones: la serie tiene una calidad superior, y creo que está
mas bien dirigida a los padres que a los propios adolescentes. Sí se
radicaliza un poco o bastante con algunas de las situaciones, no deja
de ser un viaje a la mente de los adolescentes, sus inquietudes, sus
efervescencia y las ganas de pasarlo bien. La sensación de que me
como el mundo, o de que el mundo me come. ¿Quién no recuerda esta
sensación?.
Para mí, toda serie que trata al
televidente inteligentemente, es recomendada, porque cuando ves una
serie adolescente made in spain o Skins, piensas que o el target no
es el mismo o es que en España somos gilipollas.
Skins no es una serie infantil, no nos
llevemos a engaños, pero sí vale tanto para el adolescente,
atractiva y a veces extrema, pero también responsable, todo acto
conlleva una consecuencia.
Cada capítulo ronda alrededor de uno
de los personajes y su relación con la pandilla y el mundo que le
rodea, drogas, alcohol, anorexia, depresión, sexualidad, y su
evolución, la de los personajes, se ve plasmada en dos temporadas para cada grupo y su
relevo generacional.
Por ahora de las siete que tiene la serie, solo voy por la tercera, y a la espera de que vayan colgando las siguientes temporadas con su doblaje, que por cierto no esta nada mal.
Sin duda una serie que no deberías
perderte.
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